Bajan calificación crediticia a Perú
Ejecutivo culpa al “ruido político” por la rebaja de calificación crediticia a Perú
Los ministros Gustavo Adrianzén y José Arista atribuyeron la mala proyección prestataria nacional al enfoque en las investigaciones contra los miembros del Gobierno y no a las acciones gubernamentales
El Ejecutivo ha optado por ponerse a la defensiva. Este 26 de abril, el representante de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Gustavo Adrianzén, y el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), José Arista, comentaron respecto a las calificaciones que recibió el Perú por dos agencias de proyección crediticia: S&P Global Ratings y Fitch Ratings. Al respecto, vale recordar que mientras la primera empresa rebajó la calificación nacional de ‘BBB’ a ‘BBB-’, la segunda mantuvo la puntuación del Perú, mas advirtió que la incertidumbre política y la debilidad gubernamental hacen que la perspectiva a futuro sea negativa.
En la conferencia, el jefe del Gabinete ministerial indicó que las razones por las que las calificadoras habían advertido sobre la situación del país se debían a un “ruido político”, eximiendo así de responsabilidad a los verdaderos actores políticos involucrados en la mala imagen que mantiene el país, lo que le valió innumerables críticas por parte de la ciudadanía.
En ese sentido, señaló que los diferentes sectores de la patria deben actuar con consciencia de que sus acciones repercuten y contribuyen al “ruido político” que desprestigia al país. Para argumentar tal postura, el presidente del Consejo de Ministros señaló que las calificadoras recurren a las diferencias entre los poderes del Estado, la débil institucionalidad, la fragilidad política, indicando que estas no eran cuestiones severas que alteran el orden gubernativo.
Este viernes, por la tarde, el ministro Arista adelantó la posición del Ejecutivo desde su cuenta de X (antes Twitter), plataforma en la que mostró con particular optimismo el desarrollo de los hechos.
De igual manera, el ministro precisó que, si bien S&P había ajustado a la baja la calificación crediticia de ‘BBB’ a ‘BBB-’, el país mantuvo el grado de inversión y “las perspectivas de futuras calificaciones son estables”. Finalmente, destacó que ambas calificadoras habían resaltado la fortaleza fiscal del país basada en una deuda pública muy por debajo de sus pares crediticios.