INPE responde al pedido de Alejandro Toledo para que lo hospitalicen: “No es necesario”

El expresidente imploró en audiencia transmitida por Justicia TV que lo lleven a un centro médico porque se sentía muy mal de salud. INPE aclaró que él se encuentra estable.

El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) comunicó que el estado de salud del expresidente Alejandro Toledo es estable y no requiere hospitalización. Como se sabe, en medio del juicio oral por el presunto delito de colusión en el caso Interoceánica Sur tramos 2 y 3, el exmandatario solicitó atención médica urgente.

“El INPE informa que no es necesario que el interno Alejandro Toledo Manrique sea conducido a un hospital, ya que, conforme al reporte del área de salud del penal de Barbadillo, su estado es estable al no presentar una situación emergencia ni de urgencia”, comunicó el INPE, a través de su cuenta de X (antes Twitter).

Durante la audiencia pública transmitida por Justicia TV la mañana del jueves 11 de julio, se pudo ver a Toledo Manrique desvaneciéndose y pidiendo, con dificultad, ser trasladado a un hospital. La magistrada a cargo le permitió retirarse para recibir atención médica.

El abogado del exjefe de Estado, Roberto Su, comunicó que su cliente no había sido trasladado a un hospital, sino que fue atendido en las instalaciones del penal Barbadillo, ubicado en el distrito limeño de Ate Vitarte.

Luego de que el INPE lo atendiera, el abogado Su se acercó al centro penitenciario para preguntar cómo se encontraba su patrocinado. Según indicó, encontró al expresidente temblando, con un fuerte dolor en el pecho y presión baja. También aseguró que Toledo no recibió atención rápida y adecuada para las dolencias que estaba experimentando.

“Estaba temblando con un fuerte dolor en el pecho. La presión estaba baja, él es hipertenso. Me dice que tiene hormigueos en las manos. Pedía ser trasladado a un centro de salud para que lo puedan evaluar. Hasta las 3:30 de la tarde, no ha habido ni un médico. Aparte de la hipertensión, tiene gastritis, apnea de sueño. Es decir, tiene varios males que está siendo tratado con varios medicamentos. Lo que hemos podido presenciar es que un empleado del INPE se acerca para apagarle el micro, es por eso los forcejeos”, señaló.

El pasado 3 de julio, Alejandro Toledo había sido trasladado al hospital II Vitarte, de EsSalud. En esa ocasión, periodistas consultaron al INPE cómo se encontraba el expresidente, pero no dieron explicaciones.

Aunque se sabe que el exmandatario de 78 años padece de cáncer y otras enfermedades, inicialmente se reportó que fue trasladado de urgencia. Sin embargo, fuentes de Canal N aclararon que su ingreso al hospital fue para chequeos de rutina. Esta información coincidió con lo publicado por Perú 21, que mencionó exámenes de laboratorio y una radiografía de tórax realizados por el médico internista asignado.

En respuesta al revuelo mediático, el centro penitenciario se pronunció a través de su cuenta oficial en X, confirmando que se trató de una cita médica programada. Posteriormente, la Gerencia de la Red Prestacional Almenara informó que Toledo ingresó al hospital a las 11:00 horas y se retiró pasadas las 14:00 horas, después de completar su atención médica.

Es importante mencionar que esta salida al centro de salud ocurrió un día antes de la evaluación para cambiar su mandato de comparecencia simple a 36 meses de prisión preventiva, en el marco del proceso penal por la licitación del Tramo Cuatro de la Carretera Interoceánica.

El Poder Judicial autorizó el levantamiento del secreto de las comunicaciones del expresidente Alejandro Toledo y del excongresista y actual alcalde de Surco, Carlos Bruce, en relación con los aportes de Odebrecht a la campaña presidencial de Perú Posible del 2011. La decisión fue tomada por el juez de investigación preparatoria Jorge Chávez Tamariz, quien declaró fundado el requerimiento del Equipo Especial Lava Jato.

Según información de Infobae, la medida también incluye a Avraham Dav On, exjefe de seguridad de Toledo; Javier Edmundo Reátegui Rosselló, entonces secretario de la Alianza Perú Posible; Lydia Rodríguez Vilca, entonces tesorera de la agrupación; y Pedro Abel Rodríguez Aliaga, entonces contador de la organización. Todos ellos son investigados por los delitos de asociación ilícita para delinquir y lavado de activos.

La Fiscalía sostiene que, durante la campaña electoral de Perú Posible en 2011, ingresó dinero ilícito de Odebrecht y de otras fuentes, como empresas fundadas en República Dominicana. En un acuerdo de colaboración eficaz, Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en Perú, admitió ante fiscales peruanos y brasileños que la empresa aportó 700 mil dólares a la campaña de Toledo a través de Avraham Dav On.

El Equipo Especial Lava Jato argumenta que Carlos Bruce, en su rol de jefe del comando nacional de campaña de Perú Posible, habría ocultado y manejado dinero ilícito a sabiendas de su procedencia. El juez Chávez Tamariz concluyó que existen “sospechas reveladoras” sobre los delitos mencionados y autorizó el levantamiento del secreto de las comunicaciones para obtener evidencias y medios de prueba indispensables, además de identificar a otros implicados.

El periodo de levantamiento de las comunicaciones abarca del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2013, incluyendo la etapa preelectoral, la campaña y el periodo post-electoral. Las operadoras de telefonía otorgarán a las autoridades las relaciones de números fijos y celulares de los implicados, así como los reportes de llamadas y mensajes de texto.